Podemos decir que nuestro organismo, como ser vivo, posee una gran virtud, que consiste en un admirable poder de adaptación. Lamentablemente esto es a su vez un arma de doble filo, ya que no nos percatamos del daño que le ocasionamos diariamente y no escuchamos todos los avisos de auxilio que nos da, llegando así a un deterioro funcional que luego le será mucho más dificultoso revertir.
Por todo lo descripto anteriormente, es imprescindible que conozca este proceso y tener cuidado cuando decida cambiar sus hábitos de vida, ya que cada persona sufre un deterioro particular de los distintos órganos de depuración tanto en gravedad como en tiempo del daño. En el caso de un paciente que sufre solo algunos síntomas de enfermedad crónica desde hace un año se podrá realizar una depuración relativamente rápida. Ahora bien, si la persona sufre una patología de más de 10 años de evolución que produjo daño orgánico detectable por clínica y laboratorio y además recibió medicación ANTI durante ese periodo, tendremos que manejarnos de manera más delicada. Esto implica realizar el cambio en forma gradual apoyando al organismo con fitoterapicos y técnicas de desintoxicación (ver Taller Ayunos y Depuraciones) y apoyo terapéutico inicial, asistiendo a grupos donde se hable del proceso y las distintas formas de superarlo ya que ahamkara sufrirá cambios que no sabrá reconocer (ver Taller “Introducción al Ayurveda”).
De realizarse adecuadamente la depuración, el proceso presenta dos etapas. La primera crisis se produce entre el 3° al 5° día y la segunda entre el día 20 y 30 aproximadamente de comenzada la depuración, presentándose especialmente en aquellos individuos con daño orgánico o que han ingerido en forma crónica medicación del tipo ANTI.
PRIMERA ETAPA: consiste en un cuadro agudo en el que el cuerpo depura las toxinas presentes en la sangre. Durante dos días se sentirá muy enfermo y presentará síntomas generales como cefaleas, debilidad general, fiebre, mareos, ansiedad, apatía, hipersensibilidad, nerviosismo, depresión, alteraciones del sueño, irritabilidad, y síntomas más específicos relacionados con el órgano de depuración interviniente:
Digestivo » náuseas y/o vómitos, diarrea, estreñimiento, opresión en la boca del estómago.
Respiratorio » tos, dificultad para respirar, halitosis (mal aliento y feo gusto en la boca).
Urinario » leve disuria (ardor al orinar) con eliminación de orina oscura y olorosa.
Piel » sudoración abundante y mal oliente.
SEGUNDA ETAPA: el momento de aparición de la misma es muy variable, ya que dependerá de la rigurosidad con que se realice el cambio, los antecedentes del paciente y el apoyo que se dé con los distintos métodos de desintoxicación mencionados anteriormente. Esta segunda etapa corresponde a la exoneración de las toxinas acumuladas en el espacio intercelular, la reactivación de funciones de los distintos órganos y el cambio en la flora bacteriana del intestino. Puede presentar nuevamente los síntomas mencionados en la primera etapa, pero en esta se producen síntomas más específicos y no se sentirá enfermo.
Digestivo » inflamación de las encías, boca seca, lengua pastosa y coloreada, saliva con mal gusto, gastritis, flatulencias, cólicos.
Respiratorio » flemas, broncoespasmos.
Urinario » orina mal oliente y a veces acompañada de moco o arenilla.
Genitales » pueden aparecer flujos y/o gases vaginales, alteraciones en la menstruación (ritmo, cantidad y tipo)
Piel » piel seca o aumento de la grasa y aparición de granos, sarpullidos, erupciones, descamación, seborrea y caspa
Otros » conjuntivitis, otitis, artralgias, mialgias y hasta pérdida de peso que se estabiliza al completar la depuración.
Al terminar esta etapa se sentirá más liviano y ágil, como rejuvenecido.
Por todo esto lo denominamos crisis de desintoxicación, es un período de cambio y sufrimiento -“crisis”- que se produce debido a la eliminación de toxinas acumuladas en el organismo -“desintoxicación”.
Se espera esta crisis en cualquier persona que realice el cambio en forma adecuada y sobre todo si sufre alguna enfermedad aguda y/o crónica. Por lo tanto tenga en cuenta esta crisis y no deje de consultar al médico si no puede manejarla. Piense que si sucede significa que va por buen camino, un camino nuevo y difícil pero que con el asesoramiento adecuado el proceso acabará en el lapso de 2 a 3 días desapareciendo conjuntamente las molestias que lo aquejaban, notará que una vez superada podrá gozar de un buen dormir y un mayor rendimiento tanto a nivel físico como intelectual.